Vivir soñando

Hoy es el cumpleaños de S.C. Lo que habría dado por poder comprarle un regalo y celebrarlo a su lado tomando champange y cenando juntos. 

Pero todo es un sueño. Me gusta soñar. Eso es todo lo que tengo y es totalmente mío... mis sueños y una copa de vino para brindar por él y por nuestra amistad.

A veces siento que es muy frágil. Tanto que puede romperse en cualquier momento. Que el menor de los golpes, que una palabra mal dicha o mal interpretada puede hacerla pedazos. 

Hoy me ha dicho "tú me tendrás siempre de amigo" y ahora es todo lo que necesito.

Ahora lo estará celebrando con sus amigos y yo miro el whatsapp para ver la última vez que se ha conectado. Y pienso que está pensando en mí.

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E.E. me ha dicho que me quiere. Creo que con la historia de la boda de F.F. siente  que eso me afecta y trata de cuidarme, darme su apoyo y hacer que no me sienta sola. Mi buen amigo... siempre he sido muy sincera con él. Nunca he querido que se hiciera falsas ilusiones.

Imagino que él también tendrá sus propios sueños.

Estrellas de papel

He aprendido a hacer estrellas de origami. Es muy entretenido para pasar las largas tardes del fin de semana.

Hace unas semanas vi en un blog una curiosa estrella hecha con billetes de cinco euros. Era una forma perfecta para entregar dinero como regalo, mucho más elegante que el típico sobre. Se la enseñé a E.E. y creo que ahora esta pensando en algo así para el regalo de F.F. 

Y aqui surge mi dilema. Por una parte no quiero participar en nada que tenga que ver con F.F. Por otra pienso que él es uno más del grupo de compis con los que compartimos almuerzos y celebraciones de cumpleaños y podría lucirme haciendo una de esas estrellas para él. Pero después recuerdo la distancia que el abrió entre los dos y el maltrato psicológico al que me sometió y siento mucha rabia. Y entonces vuelvo a decidir que no participaré en nada que tenga que ver con esa boda. Estoy hecha un lío.

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Hoy por fin se ha desvelado todo. Ya todos saben que estuve un tiempo con F.F. y espero que entiendan mi postura. Esto generará preguntas porque, aunque las mujeres tengamos esa fama de cotillas, ellos no se quedan atrás. 

No me preocupa nada lo que él pueda contar de mí, pero si me gustaría saberlo.

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Mientras tanto S.C. sigue igual. Cuando quiere algo conmigo me inunda a whatsapp hasta que lo consigue. Aunque debo admitir que no le cuesta mucho. Y después desaparece. Yo imagino que es por un sentimiento de culpa y arrepentimiento, y que tal vez no haya una próxima vez.

Tendría que hablar de estas cosas, pero temo que todo acabe, y no quiero perderle, al menos como amigo.

Regalo de boda

Estar con alguien que trabaja en el mismo sitio no es bueno. Cuando todo termina y le tienes que ver prácticamente todos los días, las heridas tardan en cicatrizar. Si además el resto de la gente no conocia la relación todo se hace más complicado.

Hace ya unos meses F.F. me dijo que se iba a casar en agosto. No se si esperaba que lo felicitara por semejante acontecimiento, pero solo pude contestarle con un "pues te jodes".

La verdad es que me da igual lo que haga con su vida. Aunque si me hubiera dicho que lo que realmente queria era casarse me habria dolido menos la ruptura porque el matrimonio nunca ha estado en mis planes. Con el tiempo abrió un abismo entre los dos y no quiso que, después de aquella relación, quedara al menos una amistad. Y esto es lo que me hace sentir más rencor hacia él.

Ahora se casa. Los compañerosde trabajo van a hacerle un regalo y cuentan conmigo. Pero yo no puedo participar en esto y tampoco les puedo explicar por qué. 

En estos momentoses cuando necesito un amigo de verdad, pero todos estan muy ocupados.

Sola

Me siento sola. Más sola que nunca. 

No necesito mentiras piadosas. Me hacen daño. No quiero que me digan lo maravillosa que soy o lo mucho que valgo. Si de verdad fuera así no estaría sola y me harían sentir así de maravillosa con hechos y no con palabras vacías.

No he encontrado a nadie que quiera pasar un día entero a mi lado. Y eso me hace pensar que el problema no son los demás... el problema está en mí.

Y tendré que aprender a vivir así. Sola... y ni siquiera me gustan los gatos.

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Hoy hay luna llena. Una enorme luna blanca que ilumina la noche sin nubes. 

En otro tiempo me habría pasado horas preparando la cámara y el trípode en la terraza para hacer un montón de fotos. Y después descargarlas en el ordenador, seleccionar la mejor y compartirla en alguna red social esperando que alguien le de al "me gusta". Aunque solo sea uno.

Hace tiempo que no hago fotos. Ni de la luna ni de nada. Tal vez la próxima luna llena haga intención de sacar la cámara,  aunque seguro que entonces habrá nubes.

Un rato en la piscina

Estaba ya cansada de dar vueltas por la casa sin dejar de pensar en S.C.  He visto sus tempranos correos que no me he apresurado a contestar. Con el segundo me he dado cuenta de que he hecho lo correcto, aunque tengo la sensación de que mi silencio no le ha caído bien.

Al final le he mandado un whatsapp y me he bajado a la piscina, a leer un rato. Me gusta olvidarme de mi aburrida vida y meterme en la vida de la protagonista de la novela que acaba de ser abandonada por su pareja. Puedo entender muy bien lo que siente, aunque ella tardará menos en recuperarse de lo que me costó a mi.

No puedo creer que S.C. lleve más de tres horas sin mirar el móvil. Aun no ha visto mi último whatsapp. Sigo pensando que no me echa de menos tanto como dice.

Muchas veces me pregunto que piensa de verdad de mi y si alguna vez se plantea como me siento yo. 

Viernes frío

Cuarenta grados a la sombra y anuncian que las temperaturas se mantendrán elevadas unos cuantos dias más. Pero que importa si existe el aire acondicionado.

Que gran invento... Es posible llevar chaqurta y medias en plena ola de calor. El gasto energético, el cambio climático, la contaminación... Nada importa. Lo único que importa es poner el aire a todo trapo, aunque estemos tiritando.

Esto es culpa de los hombres, malditos gilipollas, y su estúpida idea de ir de uniforme al trabajo. Tanto traje y tanta corbata van a terminar con el planeta y la salud de todos. 

Después le echan la culpa a los "edificios inteligentes". Sin duda el nombre se lo ha dado alguien con la neurona torpe, que cualquier cosa le puede parecer inteligente. Si no como se explica que en un edificio con cinco ascensores y un montacargas, siempre que necesitas usarlos llegue el montacargas. 

Por cierto... El frio me pone de muy mala  leche.

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Hoy miro el facebook y leo "ya es viernes, ya puedo estar contigo". Por supuesto la frase no era para mi, que no tengo perro que me ladre (ni quiero, que no me gustan los perros), pero me ha hecho pensar en S.C. y no soporto ya que no quiera aclarar las cosas conmigo. 

Hay momentos en los que quiero acabar con todo, y entonces me envía un whatsapp y me desarma. Así ha sido hasta ahora, porque hoy no funcionará. 

Quiero llegar a casa y dormir.

Un mal día

Hoy es uno de esos días que no estoy bien. Siento odio y rabia por todo, sin tener una razón aparente. Y esto lo hace más difícil porque no sé cómo atajar el problema.

La foto publicada en facebook de las "tapitas" que se tomó S.C. la noche anterior, seguramente acompañado de su adorada mujer, no ayuda mucho. Me doy cuenta que siempre miente. Miente cuando me dice que piensa todo el tiempo en mí.

Y, para colmo, me envía el anodino correo de todos los dias, pero añade que ha visto unos cambios la nueva version de whatsapp que parece que cambia la foto del perfil. 

Esto no tendría mayor importancia si no fuera porque mi curiosidad me ha llevado a ver la foto del perfil de F.F. en todas las listas de contactos de todas las aplicaciones. Y allí estaba, en una de ellas con su chica, su novia o lo que sea eso... ¡Por dios! ¡Que fea es la especie humana! Dios los crea y ellos se juntan... No quiero ni imaginarme su descendencia.

Debería estar feliz por haberme librado de alguien tan mediocre, pero hoy solo siento rabia y odio por todo.

E.E. sigue sin acompañarme a tomar un café por las cosas que se inventa la gente. Estoy segura de que su mujer me vigila cuando salgo, pero aun no he conseguido verla.

Mañana de domingo

Me he acostumbrado a ver su correo matutino cada día. No dice nada en particular, es un breve mensaje dándome los buenos días.

Al principio no era todos los días y yo miraba ansiosa el correo para ver si había llegado. Ahora no falla ni un solo día. Podría pensar que cada mañana, al despertar, se acuerda de mi, pero tengo la sensación de que para él se ha convertido en una rutina y escribe un mensaje de forma automática, como lo hacen los servidores de correo cuando los programas para que respondan un mensaje indicando que estas fuera de la oficina.

El domingo no hubo mensaje. El sonido de un whatsapp sonó antes de las diez de la mañana. Me extrañó que lo hiciera porque a esa hora tenía que suponer que yo estaría durmiendo todavía, aunque lo cierto es que había pasado una mala noche y el calor me había tenido despierta la mayor parte del tiempo.

Sin duda quería una respuesta inmediata, cosa que no obtenía con el correo electrónico, y su objetivo no era otro que un nuevo encuentro.

Tengo que poner fin a todo esto.

 

Amigos para siempre

A veces me sorprenden ciertas frases de E.E. Siempre he pensado que no se puede generalizar y que no todos los hombres son iguales, pero me he encontrado con dos que son clavados, y no me refiero físicamente. 

¡No es increíble! A mis años tengo a dos hombres perdiendo la cabeza por mis huesos y lo que no son mis huesos. Y lo más curioso es que los dos me dicen las mismas cosas y a los dos les gustan las mismas cosas de mí.

A veces no sé si estoy con uno o con otro. Parece que se ponen de acuerdo para hacerme sentir bien, y mantener mi autoestima por las nubes. Sé que quieren verme feliz y los dos me han demostrado ser buenos amigos a pesar de los "peros".

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Ayer S.C. tuvo otra sesión erótico-festiva por whatsapp conmigo. Tengo que decir que yo no estoy a su altura, no tengo mucha práctica en zorreos a distancia y a lo mejor piensa que soy un poco idiota, pero a estas alturas de mi vida me importa muy poco lo que piense nadie. 

Me entretengo un rato y después borro la conversación de mi iPhone y olvido todo. Y cuando después de un tiempo le vuelvo a ver en persona nos comportamos como si no hubiera pasado nada. Es como volver a empezar para no llegar nunca a ningún lado. 

Otras celebraciones

Hoy mi amigo J.M. trabajaba en el turno de mañanas. Son los únicos dias que nos vemos en el trabajo y ya está pensando en celebrar todos los cumpleaños que caen por estas fechas.

El mio lo daba ya por celebrado. Como por esos días yo estaba empezando mis vacaciones pensó que el último piscolabis que habiamos organizado era por ese motivo, olvidando que fue F.F. quien invitaba, un poco forzado por todos, con motivo de su último ascenso.

Ahora, de nuevo era él, F.F. quien tenía que invitar a todos. Esta vez por su cumpleaños. 

J. M. supuso que yo lo tendría que saber, que lo tenía entre mis amigos del Facebook y que el aviso de semejante evento ya me habría saltado. Sin embargo F.F. nunca debió verme como una amiga porque nunca solicitó mi amistad en la red social. 

Yo no olvido su cumpleaños, aunque, por supuesto, no habrá ninguna felicitación.

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Cada vez siento a S.C. más distante. Creo que se arrepiente de cosas que han pasado y trata de evitar que vuelvan a ocurrir. Tal vez sea mejor así. 

Sé que no quiere hacerme daño y yo solo espero que eso no afecte a nuestra amistad. Perderle como amigo es lo que realmente me dolería.

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Con este calor es imposible conciliar el sueño. Permanezco tumbada en la cama, boca abajo, imaginándole a mi lado, su mano acariciando mi espalda, hasta que al final me duermo.

Noche en blanco

Ya no sé cuantas van, pero cada vez son más frecuentes.

Hoy el calor no me dejaba dormir. Mejor dicho, el calor me ha despertado y mis pensamientos han empezado a llevarme de un recuerdo a otro torturándome para evitar que volviera a conciliar el sueño.

Otra vez he vuelto a pensar en F.F. Pronto será su cumpleaños y se convertirá en cuarentón. El se olvidó del mío al año de dejarlo y yo no puedo olvidar el suyo, aunque sea para desearle lo peor. Quizás ya está en la crisis de los cuarenta y por eso se casa el muy idiota. 

S.C. está cada día más lejos. Por mucho que mire mis fotos cada noche trata de poner una gran distancia entre los dos. Tal vez piense que todo fue un error pero nunca me lo dirá. Tratando de no hacerme daño me hiere cada día más.

Intento dejar la mente en blanco y volver a dormir pero no puedo. Ya empieza a clarear y lo único que queda en blanco es una noche más.