He caído en lo que nunca quise caer. Poner a caldo a alguien al terminar una relación. Aunque solo cuento las cosas como pasaron, y no todas, que aún sería peor.
El me hizo sentir como una basura que no valía nada pero el tiempo demuestra a todos y a mi que quien no vale nada es él.
Después de que los compañeros reunieran dinero para entregárselo como regalo de boda, solo se le ocurre invitarles a un pincho y una caña en un bar en horario de trabajo. Debieron ir dos, y ni siquiera el de la guitarra. Vamos que los ha dejado contentos a todos. Así, demostrando su forma de hacer las cosas. Me alegro de no haber participado en todo esto.
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Con el calor que hace hoy se me ha ocurrido ir a lavar a mi cielito lindo. Así es como llamo a mi coche, porque me permite ver el cielo cuando en mi estado de ánimo solo hay nubes.
A pesar del calor todo el mundo había decidido ir a lavar el coche hoy. Lo más curioso es que solo había hombres. Esos seres que son incapaces de fregar un plato en casa se pasan una calurosa tarde de agosto sacando brillo al coche y además le dedican un buen tiempo.
Si cuidaran así sus relaciones que distintas serían las cosas.
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