A los pocos minutos me contestó y trató de darme ánimos, pero también adivinó que él era parte de la causa de mi depresión. Porque aunque trate de engañarme pensando que es un bache puntual, un bajonazo de esos que me dan, esto ya está durando demasiado y me encuentro como metida en un agujero del que no puedo salir. Miro hacia arriba tratando de pedir ayuda pero no hay nadie.
He consumido ya todos los recursos conocidos en estas situaciones, lo que me está llevando a ganar unos kilos de más... cosa del chocolate y otras chuches y de la repostería creativa. Y esta mañana he sucumbido a un bolso de Guess que hace tiempo quería tener.
Y, como no, siempre veo el peor lado de las cosas... Cada vez que vea el bolso que por fin tengo, recordaré lo que no puedo tener.
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