No me conformo con sus ratos perdidos. Necesito más. Quiero más. Pero tengo miedo de mencionarlo y perderlo todo. Todo..., si en realidad no tengo nada, nunca he tenido nada.
Estoy cansada de llorar, se suplicar un beso, de pedir una caricia. De sentir que robo algo que no me pertenece, que tiene otra dueña. Estoy cansada de conformarme con las migajas que caen de otra mesa, y seguir con hambre.
Al final todo ae trata de dar y recibir, y debería haber un equilibrio. Pero hasta ahora yo salgo perdiendo.
Ahora se va unos días de viaje, y ni siquiera sé por cuanto tiempo. Hoy me gustaría desaparecer y que, al volver, no encontrara ni rastro de mi.
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